¿Sabías que tus acciones crean una huella ecológica y social en los lugares que visitas?
El turismo sostenible tiene como objetivo minimizar los impactos negativos y maximizar los positivos. Todos los sectores y partes interesadas (turistas, gobiernos, comunidades, empresas turísticas) deben colaborar en el turismo sostenible para que tenga éxito.
A medida que las personas comienzan a prestar más atención a la sostenibilidad y los efectos directos e indirectos de sus acciones, los destinos de viaje y las organizaciones están haciendo lo mismo.
Las industrias del turismo se consideran exitosamente sostenibles cuando pueden satisfacer las necesidades de los viajeros al tiempo que tienen un bajo impacto en los recursos naturales y generan empleo a largo plazo para los locales.
Al crear experiencias positivas para la población local, los viajeros y la propia industria, el turismo sostenible gestionado adecuadamente puede satisfacer las necesidades del presente sin comprometer el futuro.
Los impactos negativos en un destino incluyen fugas económicas, daños al medio ambiente y hacinamiento, por nombrar algunos. Los impactos positivos en un destino incluyen la creación de empleo, la preservación del patrimonio cultural, la preservación de la vida silvestre y más.
Según la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Consejo Global de Turismo Sostenible (GSTC), el turismo sostenible debe hacer el mejor uso de los recursos ambientales al tiempo que ayuda a conservar el patrimonio natural y la biodiversidad, respetar a las comunidades locales y contribuir a la multiculturalidad.
Desde el punto de vista económico, el turismo sostenible también debe garantizar intercambios viables a largo plazo que brinden beneficios a todas las partes interesadas: empleo estable para la población local, servicios sociales y ayudar a la disminución de la pobreza.
Los viajeros responsables entienden que sus acciones crean una huella ecológica y social en los lugares que visitan. Ellos tienen en cuenta los destinos , el alojamiento y las actividades que harán, y eligen destinos que estén más cerca de casa o alargan la duración de su estadía para ahorrar recursos.
También utilizan medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente, como bicicletas, trenes o ir a pie. Buscan apoyar a las empresas turísticas locales y familiares, en lugar de las grandes cadenas internacionales. No participan en actividades que dañen la vida silvestre, en su lugar, dejan los espacios naturales tal y como los encontraron.
Aquí es en donde radica la importancia de convertirnos en viajeros responsables y aspirar a tomar decisiones de acuerdo con las prácticas de turismo sostenible. Viajar nos permite experimentar el mundo, conocer nuevas culturas, tradiciones, paisajes, olores y sabores.
Así que es nuestra responsabilidad como viajeros asegurarnos de que los destinos que visitamos estén protegidos, no solo por el bien de las comunidades que dependen de ellos, sino también por las futuras generaciones.