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Situación de pobreza y desigualdad en México.

La pobreza representa una condición socioeconómica que afecta el bienestar de las personas y sus familias, limitando así el desarrollo económico de los países. Por su parte, la desigualdad refiere a la forma en que el ingreso de un país se encuentra distribuido entre la población. Pobreza y desigualdad constituyen dos problemas íntimamente entrelazados, cuya trascendencia social, económica, ética y política es tal que su estudio está siempre presente en la agenda y las políticas públicas de los países del mundo. El problema de pobreza y desigualdad no se puede descontextualizar del sistema económico en que se genera y reproduce.

La desigualdad en México es un fenómeno complejo y multifuncional, que se relaciona y se retroalimenta con la discriminación ética, de género y de lugar de residencia. Para enfrentar el problema, es necesario avanzar hacia la universalidad de los derechos sociales.

La medición de la pobreza en México

México fue el primer país del mundo en contar con una medición oficial multidimensional de la pobreza, es decir, a diferencia de otros países, mide la pobreza al utilizar varias dimensiones para proporcionar información que permita mejorar esta problemática. El ingreso es un factor importante para la medición de la pobreza; sin embargo, hay otros que también son relevantes y que están considerados en la medición de la pobreza realizada por el CONEVAL, de acuerdo con la Ley General de Desarrollo Social (LGDS).

La medición de la pobreza se realiza cada dos años a nivel nacional y por entidad federativa, y cada cinco años a nivel municipal. Para ello, el CONEVAL utiliza la información que genera el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

A pesar de que México tiene un problema importante de pobreza, la situación en muchos países es considerablemente más grave. Si ordenamos a los 111 países de menos a más personas en situación de pobreza, México ocupa el lugar 49, con un 7.39 por ciento de pobres.

El Índice de Pobreza Multidimensional mide directamente los satisfactores a los que tiene acceso la población de un país a lo largo de tres dimensiones: educación, salud y estándar de vida. Cada una de estas dimensiones tiene el mismo peso (1/3) en el índice total. Estas dimensiones se miden a través de 10 indicadores: dos para la dimensión de salud (nutrición y mortalidad infantil), dos para la de educación (años de escolaridad y asistencia a la escuela) y seis para la de estándar de vida (combustible para cocinar, servicios de saneamiento, agua potable, electricidad, materiales de vivienda y activos). El IPM considera como pobre a quien tiene un tercio o más de carencias ponderadas.

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